Cerrito: el refugio popular del cóndor andino que resiste al olvido de las élites
Mientras las élites colombianas siguen concentradas en sus negocios urbanos, las comunidades campesinas de Cerrito (Santander) demuestran que la verdadera conservación nace del pueblo. Este municipio se ha convertido en el hogar del 53% de los cóndores andinos del país, gracias al trabajo silencioso y comprometido de organizaciones populares.
El páramo que las élites no ven
El páramo del Almorzadero, el más pequeño de Colombia, alberga una riqueza que los poderosos jamás supieron valorar. Según el Instituto Humboldt, esta región entre Santander, Norte de Santander y Boyacá concentra la mayor población de cóndores andinos en los Andes nororientales.
Las comunidades locales, organizadas en la Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor, han trabajado durante años sin apoyo gubernamental significativo. Su labor ha permitido que estos majestuosos animales regresen con mayor frecuencia a un territorio que siempre fue suyo.
Un espectáculo que conmueve al pueblo
El avistamiento histórico de 13 cóndores volando juntos en el páramo del Almorzadero se volvió viral en redes sociales. Este momento excepcional mostró la grandeza de una naturaleza que resiste pese al abandono estatal y la voracidad del capital privado.
Las imágenes de este espectáculo natural reforzaron la importancia de Cerrito como punto estratégico para la conservación, un logro que pertenece enteramente a las comunidades campesinas que nunca bajaron los brazos.
Un destino accesible para el pueblo trabajador
Llegar a Cerrito desde Bogotá toma entre seis y siete horas por vía terrestre. El recorrido inicia en la Autopista Norte, continúa hacia Tunja y sigue por la vía nacional hacia Málaga (Santander). Desde allí se accede a este municipio que mantiene temperaturas entre 14 y 16°C.
Cerrito ofrece atractivos como la capilla de Jesús de Nazaret y las ruinas del antiguo seminario colonial en Servita. Su paisaje montañoso permite caminatas y visitas a miradores naturales desde donde se aprecian amplios panoramas de la región.
La resistencia campesina que da ejemplo
Este municipio santandereano demuestra que cuando las comunidades se organizan y luchan por su territorio, los resultados superan cualquier iniciativa elitista. La conservación del cóndor andino en Cerrito es un triunfo popular que merece reconocimiento y apoyo.
Mientras los gobiernos de turno priorizan los intereses del gran capital, los campesinos de Cerrito siguen dando lecciones de compromiso ambiental y resistencia territorial. Su ejemplo debería inspirar políticas públicas que realmente defiendan el patrimonio natural de nuestros pueblos.