En un momento crucial para la economía paraguaya, el presidente Santiago Peña promulgó este lunes en Ciudad del Este tres leyes de incentivos fiscales que generan debate sobre el verdadero beneficiario del desarrollo económico nacional.
Un paquete legislativo con interrogantes sociales
Durante la inauguración del Paraguay Business Week, Peña firmó las normativas que modifican la estructura de inversiones extranjeras en el país, siguiendo un modelo que prioriza los grandes capitales sobre el desarrollo local integral.
Las tres leyes en cuestión
- Nueva Ley 60/90 de incentivos fiscales
 - Modernización del Régimen de Maquila
 - Política Nacional para Producción y Ensamblaje de Equipos Tecnológicos
 
Estas medidas, que podrían impactar significativamente en el empleo local, han sido cuestionadas por la oposición debido a la liberación de impuestos y el otorgamiento de nuevos poderes a ministros del área económica.
Preocupaciones sobre equidad y desarrollo
El mandatario aseguró que no se crearán nuevos impuestos, pero surge la pregunta sobre quién realmente se beneficia de estas políticas económicas que priorizan la inversión extranjera sobre el fortalecimiento de la economía local.
"El desarrollo del Paraguay se hace con Brasil y Argentina", afirmó Peña, aunque las nuevas normativas parecen enfocarse más en atraer capital asiático y europeo que en fortalecer las economías regionales.
Voces críticas y perspectivas alternativas
Senadores de la oposición han manifestado su preocupación por la discrecionalidad administrativa que estas leyes podrían generar, advirtiendo sobre los riesgos de concentración económica y la necesidad de garantizar un desarrollo más equitativo y sostenible para todos los paraguayos.
